Hormigón ordinario: También
se suele referir a él denominándolo simplemente hormigón. Es el material
obtenido al mezclar cemento portland, agua y áridos de varios tamaños,
superiores e inferiores a 5 mm, es decir, con grava y arena.
Hormigón en masa: Es el
hormigón que no contiene en su interior armaduras de acero. Este hormigón solo
es apto para resistir esfuerzos de compresión.
Hormigón armado: Es el hormigón que en su interior tiene
armaduras de acero, debidamente calculadas y situadas. Este hormigón es apto
para resistir esfuerzos de compresión y tracción. Los esfuerzos de tracción los
resisten las armaduras de acero. Es el hormigón más habitual.
Hormigón pretensado: Es el hormigón que tiene en su interior una
armadura de acero especial sometida a tracción. Puede ser pre-tensado si la
armadura se ha tensado antes de colocar el hormigón fresco o post-tensado si la
armadura se tensa cuando el hormigón ha adquirido su resistencia.
Mortero: Es una mezcla de cemento, agua y arena (árido fino), es
decir, un hormigón normal sin árido grueso.
Hormigón ciclópeo: Es el hormigón que tiene embebidos en su
interior grandes piedras de dimensión no inferior a 30 cm.
Hormigón sin finos: Es
aquel que sólo tiene árido grueso, es decir, no tiene arena (árido menor de 5
mm).
Hormigón aireado o celular: Se obtiene incorporando a la mezcla aire u
otros gases derivados de reacciones químicas, resultando un hormigón baja
densidad.
Hormigón de alta densidad: Fabricados con áridos de densidades
superiores a los habituales (normalmente barita, magnetita, hematita…) El
hormigón pesado se utiliza para blindar estructuras y proteger frente a la
radiación.