El hormigón, también denominado concreto en algunos
países de Iberoamérica (se trata de un calco semántico),
resulta de la mezcla de uno o más conglomerantes
(generalmente cemento)
con áridos (grava,
gravilla y arena),
agua y, eventualmente, aditivos y adiciones. El cemento se hidrata en contacto
con el agua, iniciándose complejas reacciones químicas
que derivan en el fraguado y endurecimiento de la mezcla, obteniéndose al final
del proceso un material con consistencia pétrea.
Buen trabajo compañero... XD
ResponderEliminar